martes, 11 de noviembre de 2008

Hogar, dulce hogar...

Me gustan las visitas en casa, esas visitas inesperadas y agradables, las de los buenos amigos, las de los conocidos, las de la familia. Me gusta ser sorprendida con una amable visita. Me gusta preparar, en ese momento, algo para quien viene: una rica infusión, un café de grano, un vaso de agua, lo que quiera el visitante. Me gusta ser servicial para que quienes lleguen a mi hogar se sientan tan gustosos que quieran regresar. Me gustan los detalles para la gente y para mí.

Así que éste blog es algo similar. Tú me visitas, lees las infusiones de letras que he preparado, te soy servicial con mis palabras y te regalo detalles con mis escritos. Tal vez logres hacerlos tuyos.

Por favor, siéntete en tu casa y disfruta la visita.

3 comentarios:

Garabato dijo...

Gracias por la invitación... he traído un poco de té... pero las tasas están rotas... me disculpo.

Marko dijo...

Muy bien, me gustaron mucho tus primeras publicaciones. Espero que estés tomando en serio el vaciamiento... pero no dejes de recordar que no existe un pensamiento como tabula rasa. ¿Qué haremos para conseguir el vaciamiento sin dejar atrás nuestras determinaciones? Después de todo un volver a comenzar nunca es puro, pero tampoco doloroso.

Felicidades por tu decisión. Seré un lector decidido, te lo aseguro.

Miriposa! dijo...

¡Gracias por el soporte muchachones!

Julio: mis tasas están bien, pero podemos romperlas, si te agrada.

Marko: espero decididamente lograr mi vacío para llenarme de nuevo.