martes, 11 de noviembre de 2008

Mi tío Yayo y su hilaridad...

Mi tío Yayo, un ejidatario humilde, vive en una cabaña en el Mineral del Chico, Hidalgo. El bosque, el frío, la lluvia, las labores de la granja, su vida o no se qué, lo han convertido en una persona increíblemente amable y divertida. Siempre que vamos a visitarlo nos atiende muy bien, nos hace sentir en nuestro hogar y eso siempre nos impide comenzar el viaje de regreso a la ciudad.

Recuerdo la ocasión en que lo conocí. No se puede decir que es mi tío natural, no es de mi familia, es más, ni siquiera tengo toda la vida conociéndolo. En realidad es tío de una de mis mejores amigas, Esperanza, quien me lo presentó, igual que a tan maravilloso lugar, por ahi del año 2000.

Llegamos un día lluvioso, y cómo siempre, Yayo nos recibió con un delicioso pulque. Esperanza y yo habíamos comprado antes algo para beber, no recuerdo si fueron cervezas o anís (por aquello del frío), pero pasadas las horas estábamos varios amigos y yo chocando los vasos con él alrededor de una fogata. Era la primera vez que yo visitaba aquellos lares y mi tío me hablaba como si nos conociéramos de toda la vida, además él es muy divertido y nadie paraba de reir con sus frases hilarantes.

Yayo me parecía un sobrenombre tan peculiar y raro que le pregunté que significaba: "Me llamo Hilario, por eso me dicen así...". Reparé en el peso de su nombre. No es precisamente que tenga su origen en aquella palabra -o tal vez si-, pero me pareció tan similar a hilarante que pensé que era la primera vez que conocía a alguien con el nombre adecuado.

Así que en honor a Yayo: hilaritas...

No hay comentarios: